Los vencido es una colección de quince cuentos en que se advierte el interés literario por aquellos personajes a quienes no han favorecido las circunstancias sociales ni la naturaleza. El denominador común de las narraciones es el corriente infortunio de los débiles, como nota derivada tanto de la suerte cuanto de la renuncia, casi siempre inconsciente, a la libertad; renuncia a veces resignada, dócil, y a veces insuperable, soportada por la inutilidad de la lucha.

     Trueba nos ofrece, con habilidad, un conjunto de anécdotas aparentemente simples y triviales, que bien miradas resultan profundamente humanas y dramáticas. El lenguaje empleado es directo y sencillo — la difícil sencillez que suele acompañar a los buenos empeños literarios. Se advierte, igualmente, el deseo del autor de permanecer oculto, ajeno a todo juicio o comentario, atenido tan sólo a la fuerza objetiva y emocional de los hechos desnudos.

LAS COSAS Y SUS INTRÍNGULIS

  

               Un perro no es una cosa. El amor no es una cosa. Los suspiros no son cosas. Tampoco tenerte es una cosa. Las cosas tienen su alma particular. Se dan a desear. Un día están y otro no. Se pierden como un castigo. Las llaves, la peineta. El vuelto. El telefonito. Aparecen porque uno le rezas a San Pafnuncio. A veces han sido causa de divorcio. Otras suicidios. A mí las cosas me gustan mucho. Tienen una alma jocosa como de la comedia del arte. Son capaces de ocultarse cien años y aparecen, magia, como obras de arte. A veces lo único pretendido es el buen gusto, para que uno ignore el traje rojo y escoja el negro. Punto    

           Hay de pérdidas a pérdidas. Lo que sucede es el pecado pagadero: si cometo la falta pierdo al marido, al brazalet o el perro bienamado. Así cuestan. Las cosas tienen almita. Allí están tan quitadas de la pena, pero si las buscas a gritos se ocultan más, si lloras aún más, y si te suicidas…es tu problema. Me encantan las cosas. El peine, la mecedora, el sofá, los jabones  y las servilletas bordadas.

             Cuando las cosas dejen de fascinarme: las agujas, los hilos de colores, el tupé del abuelo y la vieja almohada larga de mi hermano, habré llegado al final. Porque el encanto de las cosas es absolutamente sagrado e inocente. Y si no díganme que es más útil en la vida que un palito de paleta helada…                                                                             

MLM

Marte R. Gómez y Diego Rivera: historia de una colección

La Colección Marte R. Gómez, cuya conformación llevó aproximadamente treinta y tres años, reúne una parte sustancial de la obra de Diego Rivera: desde óleos representativos de su formación académica, hasta ejemplos de su viaje a Europa. Estas piezas se encuentran custodiadas por el Museo Casa Diego Rivera, en la ciudad de Guanajuato, que fue inaugurado en 1975, precisamente en el edificio donde el artista nació y vivió sus primeros años al lado de sus padres, Diego Rivera Acosta y María del Pilar Barrientos.
El Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, con objeto de dejar un testimonio sobre este rico acervo, se propuso elaborar un libro catálogo. El resultado es el ejemplar que el lector tiene en sus manos, en cuyas páginas se presenta una amplia información histórica y analítica, tanto de las obras como de los personajes que hicieron posible la colección. Ambos, pintor y coleccionista, sostuvieron desde sus correspondientes ámbitos un diálogo fructífero durante largas etapas de su vida. Las investigadoras María Elena Durán Payán y Ana María Rodríguez Pérez, ambas integrantes del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), se ocuparon de dos ensayos en los que se analizan estas dos personalidades, así como sus paralelismos en la historia del arte y la política mexicanos.
Con este libro, el Museo Casa Diego Rivera puede brindar a su público una visión completa del artista, a partir de un discurso conceptual ordenado y lógico que explica su trayectoria agrupada en tres grandes núcleos: formación, etapa cubista y estilo mexicanista. Asimismo, se integró al volumen una cronología que relaciona los hechos más importantes del ingeniero Marte R. Gómez en sus múltiples facetas con la vida de Diego Rivera y su labor plástica. De esta manera, una gran colección queda acompañada de un documento que la explica y la pone en valor.

Guanajuato: el paisaje antes de la Guerra de Independencia.

El Seminario de Independencias del cuerpo académico de Estudios Históricos de la Universidad de Guanajuato ha propiciado intercambio de percepciones, análisis y nuevas explicaciones sobre procesos de independencia, hacia el año de 1810, en América.

Historiar a los actores y los acontecimientos, en lo que han trabajado no pocos especialistas durante los últimos años, como lo notaba don Luis González y González sobre la historiografía de la Independencia de México, ha sido la mayor preocupación, por lo que hay en circulación miles de páginas escritas, impresas y, diremos ahora, digitalizadas, pero hace falta el paisaje, antes, durante y después de las guerras. Así que este libro tiene como propósito describir el teatro de la guerra: Cómo era el territorio donde prendió la insurgencia. Más que el porqué –abordado ya, así como los procedimientos, por otros estudiosos–, aquí nos dedicamos a describir, en el marco de la teoría del paisaje, la Guerra de Independencia, de la que ahora celebramos el doscientos aniversario de su inicio.

Hermenegildo Bustos, su vida y su obra

La pintura de Hermenegildo Bustos es, sin duda alguna, una de las más sensibles e inteligentes, principalmente en cuanto al género del retrato se refiere, no sólo por el notable parecido entre pintura y modelo sino también por la agudeza del pintor para descubrir y resaltar lo que de más profundo y notable –sus verdaderos rasgos– tenían los retratados.

El libro del doctor Pascual Aceves Barajas Hermenegildo Bustos, su vida y su obra nos revela al pintor de Purísima del Rincón (hoy de Bustos, gracias a los buenos oficios del autor) en su cotidianidad: abre nuestra perspectiva y permite que nos asomemos a las costumbres y las tradiciones del pueblo donde vivió el pintor a mediados del siglo xix y principios del xx, y nos muestra tanto al hombre como al creador que había en este personaje sui generis: desde el nevero que hacía nieve donde no había hielo hasta el artista y artesano: albañil, hojalatero, orfebre, carpintero, escenógrafo, poeta, músico, compositor y cantante, además de incipiente arquitecto y escultor. (Constatamos la admiración que el doctor Aceves siente por el «indio de este pueblo», a quien presenta –a pesar de esto– sin ocultar sus defectos, lo que constituye uno de los mayores aciertos de este relato.)

Sirva este libro para seguir difundiendo la valiosa obra del artista autodidacto Hermenegildo Bustos, principalmente entre sus coterráneos.

John Nevin

Esta publicación rinde un homenaje a nuestros ojos con la obra pictórica que nos revela no sólo el talento y técnica desarrollada por el mismo Nevin, sino que nos lleva a una total aventura, a un mar de seres en el jardín del Edén, con la figura humana que visita la media luz de experiencias, de evocaciones enaltecidas, de no negar que pertenecemos al reino animal.

Leer este libro nos impulsa a disfrutar la obra de John Nevin y conocerlo, en su admirable idea de hacer vibrar las fibras más sensibles del corazón, revelando satisfacción por sus predilectos, Vermer, Velázquez, Cézanne, Turner, o invita a concedernos una lectura literaria desde Yukio Mishima a Proust, ya que en su deleite por los escritores da cuenta de que «la experiencia del lenguaje era interesante porque llegaba a tener una revelación». 

Para el maestro John Nevin era decisivo el respeto a quienes forjaban su propio destino.

Gorky González. Cincuenta años de creación.

Entre los arqueólogos, uno de los elementos de estudio para conocer un pueblo ha sido la cerámica. Hoy, este catálogo da cuenta de la obra de Gorky González, maestro en la técnica mayólica, quien no sólo ha rescatado los diseños sino también la técnica de la Colonia para aplicarlos en su producción cerámica. Gorky González es uno de los artistas reconocidos por la calidad de su trabajo, obra ya considerada de colección. Es por ello que, a cincuenta años de haber empezado a crear, diversas instituciones le rinden homenaje durante este XXXVI Festival Internacional Cervantino con una exposición, en la que se reúne la obra de la que él se ha nutrido, y colecciona, y otra de su propia autoría.