Esta publicación rinde un homenaje a nuestros ojos con la obra pictórica que nos revela no sólo el talento y técnica desarrollada por el mismo Nevin, sino que nos lleva a una total aventura, a un mar de seres en el jardín del Edén, con la figura humana que visita la media luz de experiencias, de evocaciones enaltecidas, de no negar que pertenecemos al reino animal.
Leer este libro nos impulsa a disfrutar la obra de John Nevin y conocerlo, en su admirable idea de hacer vibrar las fibras más sensibles del corazón, revelando satisfacción por sus predilectos, Vermer, Velázquez, Cézanne, Turner, o invita a concedernos una lectura literaria desde Yukio Mishima a Proust, ya que en su deleite por los escritores da cuenta de que «la experiencia del lenguaje era interesante porque llegaba a tener una revelación».
Para el maestro John Nevin era decisivo el respeto a quienes forjaban su propio destino.
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