miércoles, 19 de octubre de 2011

Azar.


«Mauricio Carrera puede hacer lo que se le pega la gana en su arte narrativo», ha dicho Mónica Lavín. Lo considera un narrador nato y vigoroso. «Sabe burlarse de los clichés, de los estereotipos y lo hace con desparpajo, con acierto. Mueve a la risa, contiene el melodrama cuando éste está a punto de asomarse (…) Sus historias son las del antihéroe, las del marginado, las del que busca un sentido de pertenencia porque anda cargando sus desheredades y sus sinsentidos.» En Azar, su quinto libro de cuentos, Mauricio Carrera reitera su vocación por explorar otros registros de la condición humana, desde el jugador empedernido en los casinos de Nevada, las tristeza carnavalesca ante la muerte de una madre, la sensación de extranjería de un hombre envuelto en el desamor y los designios femeninos, el tierno encuentro entre un padre ausente y su pequeño hijo que vive lejos, y el pretexto del fútbol para recordar a los seres queridos que han pasado a mejor o a peor vida. Por supuesto, hay humor, asombro, nostalgia, sensaciones de derrota, vislumbres de un mundo mejor que no se puede alcanzar. Una literatura que busca acertar en el librero, en la memoria, en el corazón.


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